¿Se acuerda de la sorpresa que le dieron para su último cumpleaños o de la discusión que tuvo alguna vez con su mejor amigo? Los seres humanos solemos acordarnos de muchas cosas -incluso varias más insignificantes, como la caída de aproximadamente 20% en los mercados durante el año pasado-, las que mantenemos guardadas en nuestro “disco duro” llamado cerebro. Para bien o para mal, archivamos los recuerdos y los usamos cuando pensamos que nos serán útiles en situaciones similares. Pero también suele ocurrir que nos quedamos “pegados” en algunos.
Para fortuna nuestra, los mercados no tienen memoria. Y esa es una muy buena noticia cuando se trata de invertir nuestros ahorros. Como bien lo dice David Booth, cofundador de Dimensional, los mercados no recuerdan lo que pasó la semana pasada o el año anterior. Ni siquiera se acuerdan de lo que ocurrió hace un minuto. Eso permite que los precios cambien según lo que esté sucediendo en este preciso momento y también de acuerdo con lo que los inversionistas piensen que pueda pasar a futuro. La buena noticia es que los mercados no se quedan atascados con lo que sucedió en el pasado.
Diariamente, los compradores y vendedores negocian los precios de cada activo. Los compradores buscan un retorno atractivo, pero sus precios no pueden ser demasiado bajos ya que espantarán a los vendedores. Para que se produzca la transacción, tanto compradores como vendedores deben encontrar un precio que ambos consideren un buen negocio. Este proceso sucede una y otra vez, millones de veces al día, permitiendo que el precio del momento sea un precio justo. En la jornada siguiente, comienza todo de nuevo…
Una buena experiencia
Los mercados son más inteligentes y rápidos que usted y nosotros. De hecho, mientras lee este artículo han tomado en cuenta una serie de nuevas informaciones y han ajustado los precios de miles de valores de empresas diferentes. Realizan el trabajo para que usted no tenga que hacerlo y así pueda tener una buena experiencia de inversión.
Para ello, hay que tener en cuenta la evidencia que entregan los datos. Durante los últimos 100 años los mercados han tenido un rendimiento promedio de alrededor de 10% anual -permitiendo duplicar su inversión cada 7 años, en promedio-, aunque casi nunca registraron esa cantidad en un año determinado.
Por ello y debido a las grandes oscilaciones de un año a otro, no tiene sentido intentar anticiparse al mercado. Puede que una vez le resulte, pero en el largo plazo eso no es sostenible. En vez de perder energía en ello, tenga una filosofía de inversión que perdure en el tiempo y que no vaya cambiando de acuerdo con los sucesos que ocurren. Contar con un buen asesor de inversiones le ayudará también a disminuir las distracciones y a mantener el rumbo, permitiéndole disfrutar mientras invierte.
En resumen, no llene de recuerdos su experiencia de inversión, porque pueden llevarlo a tomar malas decisiones. Sea como el mercado, olvídese del mal desempeño de 2022 y sin perder de vista el largo plazo, regálese la oportunidad de partir fresco y renovado este 2023. Como dice la canción: lo que pasó, pasó.
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